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Consejos preventivos para el crimen cibernético

Consejos preventivos para el crimen cibernético

Javier Vilches

(LegalToday) La prevención del crimen cibernético puede resultar sencilla cuando uno cuenta con un mínimo de asesoramiento técnico y de sentido común; sólo con esto ya se evitarán muchos ataques.

En general, los criminales de Internet buscan hacer dinero de la manera más rápida y fácil posible. Cuanto más les dificulte la tarea, antes lo dejarán en paz y buscarán una víctima más fácil. Los consejos que siguen seguro que evitan más de un problema.

  • Asegúrate de que tu equipo se haya configurado en forma segura.
  • Escoge contraseñas seguras, evitando las de sólo cuatro cifras.
  • El software, si no quieres gastarte dinero, al menos elige que sea libre.
  • Las ofertas de Internet que aparecen demasiado buenas para ser ciertas, normalmente lo son.
  • Revisa con frecuencia los movimientos bancarios.

Uno de los mejores métodos para mantener a los atacantes lejos de tu equipo consiste en aplicar parches y otras correcciones de software tan pronto como estén disponibles. Al actualizar con regularidad, impides que los atacantes puedan aprovecharse de las fallas del software (vulnerabilidades) que, de otro modo, podrían utilizar para irrumpir en tu sistema.

Si bien mantener el PC actualizado no lo protege contra todos los ataques, dificultará la tarea de los hackers cuando intenten acceder a su sistema, bloqueará completamente muchos ataques básicos y automatizados, y puede que sea incluso suficiente para desalentar a atacantes poco resueltos que decidirán marcharse en busca de equipos más vulnerables. Yo prefiero software libre, pues al ser éste menos extendido, los hackers no vuelcan todos sus esfuerzos en romper sus fronteras, sino que lo hacen sobre lo que la gran mayoría tiene, que no es otro que Microsoft Windows.

La configuración de las aplicaciones de Internet más utilizadas, como el navegador web y el software de correo electrónico, es uno de los aspectos más importantes. Por ejemplo, ciertos parámetros del navegador web, como Internet Explorer o Firefox, determinarán qué ocurre cuando visitas sitios web en Internet; los parámetros de seguridad más estrictos te brindarán más control en Internet, pero también resultarán frustrantes para algunas personas al hacerles muchas preguntas.

La elección del nivel adecuado de seguridad y privacidad depende de la persona que utiliza el equipo. A menudo, es posible configurar los parámetros de seguridad y privacidad correctamente sin necesidad de contar con conocimientos especiales, basta con utilizar la función de «Ayuda» del software o leer la información incluida en el sitio web del proveedor.

En cuanto a las contraseñas, unos breves puntos: las fuertes están formadas por ocho caracteres como mínimo, utilizando la combinación de letras, números y símbolos. Y lo que es más difícil para todos: no utilizar la misma contraseña para diversos servicios y cambiarla con frecuencia. Esto nunca lo hacemos.

En cuanto a los antivirus, no por tener más se protege mejor, todo lo contrario. Importantísimo contar con un potente Firewall: no te conformes con lo que te da Windows.

Evita dar tu información personal. Esto, que parece de Perogrullo, no lo es, pues hemos visto caer hasta el más listo. Generalmente, los correos falsos son visibles a simple vista por su mediocre gramática, su mala redacción y otras cosillas fuera de lo normal. Pero el que suscribe estuvo a punto de picar en uno que estaba muy bien conseguido, con el logo y todo de la entidad bancaria. Lo curioso es que no era cliente de la misma.

Si quieres visitar la web de tu banco, introduce su dirección (URL) directamente en la barra de dirección, más que en el propio navegador. Aunque algo hemos visto que… bueno, mejor no asustar. Lo mejor: comprobar que la navegación es segura, cosa que siempre será cuando después del http aparezca la S, sin olvidar el candado que debe aparecer en la parte inferior.

Protege tu dirección de correo electrónico. Si tienes website, no la pongas tal cual, sino que, para evitar su captación por los robots piratas, el famoso @ ponlo con letras, de la siguiente manera:

fulanito[arroba]midespacho.com

Y por supuesto, no des tu correo en grupos de noticias, blogs o comunidades de Internet, so pena de recibir miles de spam diarios.

En cuanto a que las ofertas de Internet que parecen demasiado buenas para ser ciertas, normalmente lo son. No en vano existe un antiguo dicho popular que dice «nadie da duros a pesetas», que sigue siendo tan válido como el primer día. El software supuestamente «gratuito», como los protectores de pantallas o los emoticones, las inversiones que le garantizan fortunas incalculables y los concursos que ha ganado sin haber participado en ellos son los anzuelos utilizados por muchas empresas para llamar tu atención.

Aunque no pagues directamente por el software o servicio con dinero, el software o servicio gratuito que has solicitado viene provisto de software publicitario («adware») que efectúa un seguimiento de tu comportamiento y te muestras anuncios no deseados. Es posible que tengas que proporcionar tu información personal o comprar algo más para poder solicitar lo que supuestamente ganaste en el concurso. Si una oferta te resulta demasiado buena para ser cierta, pide la opinión de otra persona, lee la letra pequeña o incluso mejor, no le prestes atención.

Y lo que ya sí que clama a la razón, es aquellos anuncios insertados en supuestos portales legales (no hablo de despacho, sino de websites con apariencia de legalidad, como puedan ser ONGs), que venden los secretos de la eterna juventud, para estar delgad@, etc., es decir, productos farmacéuticos que te prometen los mejores resultados y que para nada cumplen la normativa sanitaria que en nuestro país deben cumplir (porque lo que es legal o no en otro país, no me quiero meter).

En fin, que Internet es como la vida misma.