Por Enrique Carpizo. En www.revistajurista.com
Toma los casos que puedas llevar y sean afines a la rama del derecho que más te agrade, tu desempeño debe ser feliz y armonioso, recuerda que tus casos son parte de la vida de las personas y debes hacer tu mejor esfuerzo por cuidarlos y defenderlos.
Alégrate de los días, meses o pocos años que tengas de ejercicio profesional y disfruta de quien pueda orientarte con seriedad.
Aprende a conocer a tu cliente, contraparte o abogados involucrados, solo así sabrás si son de fiar o debes tomar precauciones, hay gente que no acepta perder un caso y podría poner en riesgo tu integridad o la de tus seres queridos.
Continúa siendo íntegro, apégate a la verdad y no falsifiques testimonios o documentos, al final no hay distingo entre un delincuente doloso y aquel que estudió la licenciatura en derecho.
Habla bien de tus colegas y comparte experiencias, sin apoderarte de sus casos, las personas te deben escoger por la honestidad y pericia en tu trabajo, no por intrigas, lo cual es inhumano, antitético, tampoco opines o revises expedientes ajenos a tu patrocinio, para ello deberán remover al defensor en turno y contratar tus servicios.
Se leal y mantén confidencialidad, las partes siempre hablan a su favor y a veces calumnian, pero en derecho solo hay una verdad: la verdad jurídica, aquella que se logra con pruebas alejadas de la apreciación subjetiva.
Ante todo, no olvides preservar tu espíritu de estudiante y se gallardo en causas justas, huye de la soberbia y analiza a quien admiras: podrías ir más allá del reflejo.
Cobra lo justo por tus servicios y evita que la necesidad empañe la razón y la objetividad en tus actos y opiniones…
En horabuena! Siente orgullo de ser abogado y denuncia a quien abusa de nuestra profesión!